Ser inteligente con nuestras emociones

Hace ya algunos años que se habla del tema, pero todavía no tenemos claro de que se trata, ni como lo podemos gestionar.  A simple oídas, parece esta tarea muy sencilla, pero en realidad, es una de las más complejas para el ser humano.

La pregunta clave: ¿Por qué?

Simplemente porque no estamos educados ni preparados para expresar ni sentir nuestras emociones, y  mucho menos, para dejar de racionalizar todo lo que pasa por nuestro interior. Éste es al que debemos escuchar y sentir.

Cuando hablamos de emociones, intentamos tamizarlas por nuestra mente como si se tratará de algo material. Buscamos explicaciones concretas, realizándonos preguntas tales como ¿por qué? ¿cuándo? ¿dónde?, etc.

Las emociones están para ser sentidas y no tomar el camino de la racionalización. Cuando las pasamos por ese filtro, nos convertimos en seres más resistentes y menos emocionales.

¿Qué contradicción no? Si por excelencia nuestra referencia es nuestra educación, la contradicción será mucho más notoria, en pocas oportunidades, nos enseñaron a guiarnos por nuestras emociones, y  mucho menos, a sentirlas. Todo tiene que pasar por nuestra mente, ya que si somos un poco sensibles, nos tildan de débiles.

Ahora bien, si queremos que nuestras emociones sean inteligentes ¿cómo lo hacemos?

No hay recetas ni fórmulas exactas que podamos aplicar. Nuestras emociones hay que sentirlas y esto no se logra con solo decir “ahora siento lo que pasa en mi interior”. Cuando lo hacemos, entra en juego el peor de nuestros enemigos, “nuestro ego”. Le encanta realizar malas jugadas con nuestras emociones, no quiere que ellas sean inteligentes. Para sentir nuestras emociones tenemos que dejar de lado a nuestro ego, ese que nos acompaña desde nuestro nacimiento.

Si deseamos sentir las emociones más puras e inteligentes que tenemos en nuestro interior, tenemos que realizar la tarea de escucharnos todos los días de nuestra vida. Así nos convertiremos en seres  más honestos con nosotros mismos, nada más ni nada menos, que dejar que esas emociones sean reales.

Si tu intención es avanzar en este camino de aprendizaje emocional, te invito a que me acompañes en este recorrido mágico de ensueño, viviendo cada uno de esos sentimientos que nacerán dentro de ti. Te aseguro que este nuevo inicio, te hará sentir cada día un poco más feliz.